sábado, 14 de septiembre de 2013

La educación integrada sí es posible

Fuente: Internet
Niño con síndrome de Down en la escuela

La educación es el pilar esencial que sustenta el Estado del Bienestar. Por ello, debe ser el principal motor de inclusión social para las personas en riesgo de exclusión social, el principal instrumento para luchar contra las desigualdades.

Entre los niños con discapacidad la educación integrada es posible, no es una utopía.

Fuente: www.once.es
Un alumno con sordoceguera con su profesora
Hay que destacar un dato revelador del éxito del modelo educativo de la ONCE. Mientras el abandono escolar al finalizar la ESO se eleva hasta casi el 30% del alumnado, en el caso de escolares ciegos está en el 9%, casi tres veces menos.

Esto supone un ejemplo claro de que este modelo de la educación socializadora, inclusiva, de calidad en igualdad es el idóneo. Donde debemos trabajar por la integración y normalización en contraposición de la histórica segregación. Modelo educativo que se tiene que convertir en la verdadera palanca de oportunidad para los que menos tienen.

Hoy en día esto es una realidad, ya que el 98% de los alumnos con discapacidad visual realizan sus cursos escolares en centros ordinarios perfectamente integrados en el aula. Pero no es suficiente.


Fuente: FSC Inserta
Chica en silla de ruedas en la universidad
El presidente del Cermi, Luis Cayo, propuso el pasado10 de julio en el Congreso de los Diputados, a propósito de la Ley Orgánicapara la mejora de la calidad educativa (Lomce), que se garantice que en 2020 todos los alumnos con discapacidad van a estar escolarizados en escuelas ordinarias. Petición a la que se suman todas las organizaciones sociales.

Por lo que hay que dar un paso más y que la ambición de la plena integración se instale en todas las administraciones y organizaciones que luchan por una sociedad más justa, más igual y más solidaria. Con ello, se garantizaría el mejor futuro posible a los niños, para construir la mejor sociedad posible.

Parte fundamental en este proceso de integración total corresponde a los profesores, a los centros educativos, y a las familias porque con su implicación y con el compromiso que demuestran contribuyen a esa meta final de construir una sociedad más tolerante.

Son tiempos especialmente delicados que exigen valentía, coraje, responsabilidad, y compromiso en la consolidación del modelo social que se ha conquistado en los últimos años.

Y es ahí, en la defensa de una educación pública fuerte, de un modelo de integración educativa basado en el principio de no discriminación e igualdad efectiva de oportunidades, donde las Administraciones, todas las organizaciones sociales y la propia sociedad deben aliarse.
Fuente: Blog Vida Solidaria
Una niña con ceguera en un centro integrado

Tenemos que poner el acento en lo que podemos hacer, y en luchar por crear las condiciones más favorables que permitan a los colectivos en riesgo de exclusión social superar esas barreras que los limitan, en cuanto a lo que todavía no podemos hacer.

Y aquí la educación desempeña un papel fundamental para superar con éxito esa tarea.

sábado, 22 de junio de 2013

Solidaridad compartida


Actualmente son muchas las entidades que se dedican a luchar y prestar sus servicios a los colectivos de personas más vulnerables, en riesgo de exclusión social. En los tiempos que corren, cada vez con más paro, cuando la situación económica ahoga a muchas familias, es cuando hay que plantearse ayudar a los que más difícil lo están pasando.

Manos de todas las etnias unidas. Fuente: Google 
Manos unidas de todas las etnias

El año pasado se fundó la Plataforma del Tercer Sector integrada por el CERMI , Cruz Roja, Cáritas, la Plataformas del Voluntariado, la Red de Luchacontra la Pobreza y la Exclusión Social y la ONCE.

Todas estas entidades acordaron seguir aunando esfuerzos a favor de los colectivos más vulnerables, y dieron un paso más en la fortaleza y la unión de la sociedad civil.

Con esta acción, las organizaciones estrecharon lazos con la ciudadanía para reivindicar su sitio en ella, para continuar creando empleo y fomentando la formación. En definitiva, para seguir luchando contra las barreras que aún entorpecen la incorporación a la vida diaria, en condiciones de igualdad.

Hoy más que nunca hay que saber cuidar y preservar el valor de la solidaridad, que tanto hemos cultivado entre todos a lo largo de los años, y hacerlo desde un compromiso individual y colectivo, como personas y como ciudadanos, con generosidad y con responsabilidad social.

 
Presentación del cupón dedicado a la 'X' Solidaria
Hay pequeñas acciones como marcar la casilla del 0,7% en laDeclaración, que ayudan a que las organizaciones dedicadas a la labor social, tan necesaria, puedan hacer más por las personas que más lo necesitan.

Se trata de un gesto solidario que no cuesta nada, porque no se va a pagar más, ni se va a devolver menos. Una “X” complementaria y solidaria a su vez con la de la Iglesia, ya que no son excluyentes.

La  nueva Plataforma del Tercer Sector, tan importante desde el punto de vista de la articulación y la unidad de acción, supone un gran paso en el reto histórico de la vertebración de las organizaciones sociales, que redundará, sin duda, en beneficio de todos.

Se trata de una estrategia común, una voz unitaria que representa y defiende los intereses generales desde la perspectiva de lo social.
Porque la protección de los colectivos más desfavorecidos y la salvaguarda de sus derechos, tiene que disponer de una representación unitaria fuerte y cohesionada.


Y porque hay que mejorar la posición de lo social y de la solidaridad, como valores esenciales de nuestro modelo social, ante otros valores como el crecimiento económico sin escrúpulos y la competitividad desmedida, que tanta desigualdad e injusticia generan.

En la actualidad, el Tercer Sector, visualiza claramente ese triunfo de la persona y las personas, de la solidaridad frente al egoísmo, de la equidad frente al elitismo. Porque la cuestión no es si saldremos de la crisis, la cuestión es a costa de qué y de quienes.

Voluntarios de Cruz Roja. Fuente www.cruzroja.es
Voluntarios de Cruz Roja
Hay que tener clara la meta, el objetivo no es llegar los primeros, sino llegar todos juntos sin que nadie se quede atrás. Ese será el verdadero triunfo.

Porque no existirá una sociedad verdaderamente desarrollada y democrática mientras excluya a parte de sus miembros. El nivel de progreso y desarrollo de un pueblo no debe medirse por su nivel de renta sino por cómo trata y aborda la protección de los más débiles.

Un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo si es para ayudarle a levantarse.

jueves, 2 de mayo de 2013

La cultura, un valor universal

La Alhambra declarada Patrimonio Mundial en 1984 y 1994.
Inmersos como estamos en la vorágine de la globalización, la cultura cobra aún más valor como  derecho, como palanca para el progreso y el desarrollo. Vivimos tiempos de crisis, de ajustes y de austeridad. Son tiempos que exigen imaginación, iniciativa y valentía para superar las barreras que los mercados imponen a la sociedad, pero también que brindan oportunidades.

Como la oportunidad de superarse con la capacidad emprendedora y creativa que siempre han demostrado los pueblos en momentos difíciles. La sociedad debe estar a la altura. Y en este contexto adverso, pero tan cargado también de expectativas, no se trataría tanto de economizar la cultura, como de culturizar la economía.

Dicho de otro modo, el patrimonio cultural no puede ser percibido como una fuente de déficit, sino que al contrario, debe tener un papel decisivo como dinamizador de la economía, del crecimiento económico y del desarrollo.

'Antígona', obra representada por el grupo de jóvenes ciegos y deficientes visuales 'Tiflonuba'
     
Lo dice la UNESCO, “es inútil hablar de la relación entre la cultura y el desarrollo como si fueran dos cosas separadas, cuando el desarrollo y la economía son elementos o aspectos de la cultura de un pueblo”.

Y desde esa perspectiva, se debe utilizar todo el inmenso patrimonio para convertir los bienes culturales en un foco de atracción y de desarrollo sostenible.

La cultura no es solo la belleza, es también la verdad o las verdades nuevas que fabrican las personas y que encandilan a todos, son bienes comunes que ayudan a construir conciencia colectiva. Una verdad a la que todos queremos llegar sin más limitaciones que los demás, creando una herencia cultural sin barreras y ofreciendo una visión de la realidad abierta, fresca, innovadora y con una perspectiva muy práctica.

Sin un patrimonio cultural a disposición del crecimiento humano y social, no se avanza de verdad, y no se construye en profundidad la libertad y la capacidad crítica y de pensamiento propio.

Andalucía constituye un icono de un enclave de la historia, que entronca con la misma intensidad con el Atlántico que con Europa ya que numerosos rincones de la comunidad, monumentos y lugares, están declarados Patrimonio Mundial de la UNESCO.

Puente Colgante de Vizcaya nombrado Patrimonio Mundial de la UNESCO en 2006
Este año se celebra además el 40 aniversario de la Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural. España es el segundo país con más bienes reconocidos en el mundo. Porque son los monumentos y los bienes culturales en general los que mejor identifican a una sociedad, los que mejor explican su trayectoria histórica, y hacen progresar a los pueblos.

El reconocimiento del carácter de Patrimonio Mundial de un bien, implica conciencia de un patrimonio compartido, y un compromiso común para su conservación y transmisión a las generaciones futuras.
Por eso, se necesita una involucración plena para la protección y conservación del patrimonio. Pero la sociedad debe involucrarse no como meros espectadores, sino como actores principales, sin exclusiones, en la protección del patrimonio.

Porque depende de ella encontrar la mejor manera en cada sitio de patrimonio, para asegurar su protección y sacar el máximo provecho como una fuente de solidaridad, de inclusión y de progreso.

Si se ha llegado hasta aquí, con este patrimonio tan rico, con este conjunto histórico y monumental tan vivo, es también gracias a todos los que lo han protegido y lo han mimado.  Pero hay que seguir preservando el pasado para cultivar el futuro.

Hay que creer firmemente en la cultura como fuente de valores sociales, como un sector estratégico clave para el desarrollo, el progreso y el futuro. Porque la cultura es un motor fundamental del desarrollo social y económico, de reducción de las desigualdades y de fortalecimiento de la cohesión social.
Catedral de Sevilla declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1987.


Por eso, la salvaguardia y el fomento del patrimonio cultural ocupa un lugar tan central en el mandato mismo de la UNESCO. Y la herencia que acumula el patrimonio de nuestras ciudades constituye un activo para el futuro, que debe ser también fuente de inspiración, de dignidad y de identidad.

Es preciso que la Cultura, que es un eje vertebrador y de cohesión social, y que constituye, el referente principal y el mejor escaparate de los diferentes pueblos en el mundo, siga sumando esfuerzos, entre todos, sin diferencias, para hacer efectiva esa igualdad de oportunidades que tanto reivindicamos.

jueves, 4 de abril de 2013

Naturaleza inclusiva y sostenible

Andalucía se ha convertido en un referente europeo en términos de respeto y protección a la naturaleza. Y es, sin duda, uno de los grandes patrimonios nacionales. Pero este modelo de sostenibilidad medioambiental requiere un trabajo colectivo.

Necesita de la participación social, empresarial e institucional, en el afán de garantizar ese siempre delicado equilibrio entre los seres humanos y la naturaleza. 


Sierra de Cazorla, Segura y las Villas
En este sentido, las personas con más dificultades tienen el mismo derecho que los demás ciudadanos a disfrutar de esa gran riqueza patrimonial. No puede haber una calidad de vida plena si se prescinde del disfrute de la misma.

Se ha avanzado muchísimo en términos de integración y de accesibilidad en el uso y aprovechamiento de los espacios naturales protegidos. Pero siempre queda mucho más por hacer.

Más educación, información, divulgación, más participación social, equipamientos e instalaciones adaptadas y más concienciación.

Todo esto para que la Andalucía natural de las próximas décadas sea verdaderamente de todos los andaluces y andaluzas, de todos sus visitantes, independientemente de sus condiciones o circunstancias. 


Vista de parte de la Cordillera Subbética
Porque en materia de conservación de la naturaleza, el reto de la preservación de los espacios naturales protegidos consiste, en demostrar que la protección y el uso sostenible de los recursos naturales tienen una relevancia fundamental en la vida de las personas, sin exclusiones.

Hay que apelar al espíritu de la Carta de la Tierra, para abogar por un nuevo sentido de la responsabilidad compartida. Por un nuevo modelo de relación entre el ser humano y la naturaleza, que preserve la diversidad de los ecosistemas, pero que garantice, a la vez, el disfrute a todos.

Y los poderes públicos son responsables de garantizar que ese derecho sea efectivo, sin discriminaciones de ningún tipo. Por eso, hay que proteger al medio ambiente desde una perspectiva de equidad y solidaridad. De ahí la necesidad de seguir impulsando medidas concretas, que contribuyan a esa accesibilidad. En definitiva, un mayor compromiso social por un desarrollo sostenible e inclusivo.

También es preciso un cambio de actitud que debe implicar a todos los actores comprometidos. No solo Administraciones, sino también a la iniciativa privada y ciudadana, por igual, para facilitar la máxima accesibilidad, eliminando cualquier atisbo de discriminación y exclusión social. 

Un lince y sus crías en el Parque Natural de Doñana

Hay que esforzarse en potenciar la capacidad de sentir la diferencia como un valor. Y reivindicar la sensibilidad ante la diversidad en el ejercicio cotidiano de la tolerancia.

Toda la sociedad debe participar del diseño y puesta en marcha de nuevas iniciativas de ocio inclusivo en el medio ambiente, porque así, estarán construyendo un futuro más habitable y mejor para todos.

Depende de todos encontrar la mejor manera para asegurar su protección y sacar el máximo provecho. Porque los espacios naturales son también un motor fundamental del desarrollo social y económico, de reducción de las desigualdades, y de fortalecimiento de la cohesión social.

viernes, 8 de marzo de 2013

8 de marzo: Rompamos el techo de cristal


Manifestación 8 marzo de 2009
Algunos soñamos que este nuevo milenio, el siglo XXI, sería el siglo de la inclusión, el siglo de la participación de las mujeres en condiciones de igualdad. Han pasado ya más de cien años desde la proclamación del Día Internacional de la Mujer y de la primera manifestación internacional que congregó a millones de mujeres para reclamar el derecho al voto. Y es verdad que hemos avanzado mucho, que las mujeres han ganado visibilidad y espacio público, conquistas y derechos que reconocen su centralidad en al sociedad, pero no es menos cierto que su situación arrastra aún una larga distancia que nos separa de la equiparación con los hombres.
Mariana Pineda. Heroína de la causa liberal del siglo XIX.

Seguramente que hemos avanzado mucho en los últimos años en el marco legislativo con leyes que consagran y protegen una igualdad de trato y entre hombres y mujeres que nos colocan en Andalucía a la vanguardia en el campo de los derechos ya no solo de Europa sino del mundo.

Pero no nos podemos conformar. La igualdad entre los sexos es una condición indispensable para el desarrollo de una sociedad y me atrevería a decir que es también un arma esencial para luchar contra la pobreza extrema y para combatir la discriminación.

Por eso creo firmemente que hay que seguir con una disposición vigilante para que ninguna decisión legislativa deje de contemplar la perspectiva de género. Hay que continuar rompiendo los techos de cristal que aún permanecen en diferentes ámbitos. Hay que seguir avanzando en el ámbito de la empresa.

Viñeta de Forges
Hoy más que nunca, inmersos como estamos en plena crisis, debemos defender sin rubor que el mejor mercado laboral es el que más propicia la igualdad real entre hombres y mujeres porque genera más posibilidades de empleo y más productividad. Tenemos que combatir los prejuicios y las disparidades que redundan en perjuicio de las mujeres en todo su ámbito. Y hay que seguir insistiendo en la necesidad de incentivar los planes de igualdad en la pequeña y mediana empresa y terminar de una vez con la discriminación salarial entre hombres y mujeres.

La incorporación de la mujer en el mercado laboral en condiciones de plena igualdad, no es que sea necesaria, es imprescindible. No podemos desperdiciar tanto talento. No se trata de “masculinizar” a las mujeres. Se trata por tanto de “feminizar” a las organizaciones, a las empresas, que nos impregnen con sus características y capacidades tan específicas, únicas y excepcionales, porque así, estoy convencido, seremos mucho mejores.

Para alcanzar una verdadera inclusión e igualdad tendremos que centrarnos en los factores que establecen límites a la participación de las mujeres en la vida pública y promover activamente la igualdad de oportunidades para las mujeres en los sectores público y privado.

Cupón de la ONCE dedicado al Día Internacional de la Mujer en 2012
Las mujeres siguen transformando la sociedad pero ese techo de cristal sigue intacto y la disparidad salarial es aún una realidad. La pobreza y la discriminación por cuestiones de género siguen siendo lamentablemente una realidad muy cotidiana. Y no podemos olvidar que la responsabilidad de las mujeres con algún tipo de discapacidad es equivalente en exigencia de la que viven el resto de las mujeres, pero con mayores limitaciones. Por tanto el riesgo de doble discriminación, por el hecho de ser mujer y con discapacidad, supone una barrera más que entre todos debemos superar.

Este nuevo 8 de marzo nos pone pues mucha tarea por delante. El papel y la responsabilidad de los poderes públicos, de las administraciones, es clave, sin duda. Pero es deber de todos, del conjunto de la sociedad civil, de las empresas, de los empresarios, los emprendedores, los agentes sociales, de las universidades, los medios de comunicación. Abordar la igualdad de sexos como una prioridad efectiva debiera ser una prioridad colectiva. Una prioridad de la agenda política y de nuestros corazones. 

Mujeres en silla de ruedas durante una carrera
El Día Internacional de la Mujer, ha sido siempre y sigue siendo una fiesta profundamente reivindicativa, una conmemoración en la que podemos y debemos sentir satisfacción por los espacios de dignidad conquistados. Pero lejos de sentir nostalgias, nos debe servir para encarar el futuro con la misma valentía con la que un día un lucharon para conseguir el voto.

La mujer sigue asumiendo funciones y tareas en nuestra sociedad que nos corresponden a todos por igual. Pero no busquemos más culpables a nuestro alrededor. Mirémonos al espejo para preguntarnos qué puedo hacer yo para hacer frente al desafío del cambiar el mundo a través de la igualdad y la justicia. Porque a lo mejor el inicio del cambio del mundo comienza en nuestra propia casa, en nuestro propio hogar, con nuestras propias parejas y nuestra forma de entender el mundo.

Nos queda mucho por hacer, a todos y a todas. Y en el ámbito de las personas con discapacidad mucho más aún. Por eso hay que seguir insistiendo, hay que seguir intentando romper ese techo de cristal y hay que seguir celebrando este 8 de marzo para alcanzar un día ese sueño, de una verdadera inclusión, una verdadera igualdad.

martes, 26 de febrero de 2013

Liderazgo andaluz

Manifestación por el Estatuto de Autonomía. 4 de diciembre 1977
Cada 28 de febrero es siempre un motivo de alegría para los andaluces. De reivindicación y de renovación del compromiso con Andalucía. Para mí, este 28 de febrero, es además un día de emociones y de sentimientos compartidos. La concesión de la Medalla de Andalucía con la que el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía me distingue este año es un alto honor que asumo con humildad, con un gran sentido de responsabilidad y con orgullo, con mucho orgullo. Un honor que quiero y debo compartir con todos los afiliados, trabajadores y pensionistas de la ONCE y su Fundación porque es también de ellos.

Llegamos los andaluces a este 28 de febrero en medio de una profunda crisis institucional, política, económica y social que afecta al conjunto del Estado y arrastra a la sociedad a un pesimismo generalizado. El pesar que producen las cifras de paro y la falta de expectativas en el mercado laboral, el recorte que está sufriendo el Estado del Bienestar al dictado de los mercados, el riesgo cierto de ruptura de las conquistas sociales que hemos ido consiguiendo fruto del esfuerzo colectivo, sumado al desasosiego que provocan la proliferación de casos de corrupción conducen inexorablemente a un desapego de los ciudadanos hacia la política, distancia a representantes y representados y debilita enormemente la fortaleza de nuestra democracia.

Y en este contexto de pesimismo y desasosiego –algunos hablan ya sin pudor del riesgo de estallido social- llegamos los andaluces a otro 28-F, al Día de Andalucía, un día que estamos obligados a reivindicar con orgullo, ahora más que nunca, para volver a recordar lo que hicimos, mirarnos al espejo, coger impulso  y hacer valer esa fuerza que Andalucía conquisto en las urnas. Otro 28 de febrero como una inyección de autoestima para ganar otra vez la batalla de la resignación y el conformismo y alzar de nuevo la bandera verde y blanca a favor de la igualdad de oportunidades en defensa siempre de los andaluces con mayores necesidades.

Con el proceso autonómico, Andalucía despertó del letargo al que le había sometido y condenado la dictadura, reaccionó democráticamente y se rebeló contra quienes intentaron postergar una vez más el desarrollo de esta tierra evitando que el pueblo andaluz fuera igual en derechos que el resto. Pero Andalucía ha sido siempre una tierra solidaria, profundamente solidaria con los más débiles, y nunca ha querido para ella más que para ningún otro territorio de ese gran proyecto que llamamos España. Pero tampoco menos. Y al votar masivamente a favor de la Autonomía plena garantizó la igualdad para el conjunto de las Autonomías en un momento históricamente decisivo del diseño del Estado de la Autonomías.

Los andaluces entendimos la Autonomía como un poderoso instrumento de transformación social contra el modelo simétrico y desigual que pretendieron algunos sin entender la universalidad y grandeza del pueblo andaluz. Y no nos equivocamos. El desarrollo experimentado por Andalucía en estos treinta años largos ya de Autonomía nos dice claramente que acertamos aquel 28-F con nuestro voto a favor del sí a la Autonomía. No perdamos el sentido de la perspectiva histórica, de dónde veníamos, dónde estábamos y a dónde hemos llegado y dónde estamos ahora. Hoy Andalucía cuenta con una red de infraestructuras, con una sanidad y con una red de cobertura social, por citar tres parámetros principales, entre las mejores del mundo. Y no digo equiparable a cualquier país de la Europa más rica, digo entre las mejores del mundo, sin matizar.

Fachada del Palacio de San Telmo
Esa Andalucía emprendedora, de las nuevas tecnologías, esa Andalucía referente principal de la integración y la inclusión de las personas más vulnerables de la sociedad, es también la Andalucía que soporta las tasas más altas de paro de toda España y la que corre el riesgo ahora de ver mermada sus niveles de cobertura social limitando así el papel de referente social, de vertebrador de las políticas sociales que, a lo largo de estos 33 años de Autonomía, le han convertido en un pilar esencial del Estado del Bienestar y en un referente de primera magnitud también en el conjunto de la Unión Europea.

Queda por tanto mucha tarea por hacer. Mucha. Los riesgos que, con la excusa de la crisis, se ciernen ahora sobre el futuro de Andalucía nos obligan de nuevo a reaccionar, a esforzarnos más colectivamente por el interés común de Andalucía, en defensa de los intereses generales de nuestra Comunidad Autónoma, a ejercer activamente nuestra responsabilidad como ciudadanos y a reforzar nuestro compromiso con Andalucía.

Andalucía por delante de cualquier otra consideración, el interés general siempre por encima de cualquier otro interés particular o partidista. Esa fue la clave del proceso autonómico andaluz, que antepusimos Andalucía a los intereses particulares de los andaluces. Y ahora, en el momento de dificultad que atravesamos, requiere otra vez altura de miras, la suma de voluntades sin exclusiones, mucho diálogo y consenso y liderazgo. Liderazgo andaluz para preservar el modelo social que hemos construido entre todos en las últimas décadas.

Consenso y liderazgo andaluz para hacer del empleo, verdadera palanca de inclusión social, la primera prioridad política, económica y social de Andalucía, de las administraciones, los empresarios, los agentes sociales, las universidades, del conjunto de la sociedad. Consenso y liderazgo para blindar el carácter público y universal de la sanidad. Consenso y liderazgo andaluz para proteger el sistema de prestación social y para hacer de la educación el verdadero motor de la igualdad de oportunidades.


Fachada del Parlamento de Andalucía
Está en nuestras manos conseguirlo. Como lo estuvo en 1980 al decidir el destino de Andalucía. Con ambición y con ilusión, como lo hicimos entonces. La ilusión que mueve sentirse un pueblo orgulloso de ser andaluz.

Porque…

            Andalucía es única y es muchas,
            es una y ocho a la vez,
            es singular y diversa,
            la de siempre y la del siglo XXI.
            Y sobre todo es la Andalucía del esplendor:
            llena de luz y de vida.

Andalucía es y será de aquellos que trabajen su pan.